Hace ya muchos años, en otro siglo incluso, una de las hijas menores de aquel hombre, la más pequeña incluso, se dormía cada noche entre deberes a medio hacer. Escuchaba historias. Historias de niños que jugaban en la calle, de luminosos patios andaluces donde crece la albahaca, de abuelas cariñosas que cocinaban en hornillos de carbón... Bueno, a esta abuela concretamente le gustaba más estar en cualquier otro sitio que en la cocina... Era, lo que hoy llamaríamos una abuela culta y marchosa.
Ella creció. El Sur la estaba esperando. Y en el verano de 2007 ella y sus padres viajaron hacia la luz a través del recuerdo... Y las calles y las casas que formaron el paisaje de una infancia tomaron forma, y los recuerdos de aquel hombre, el tío Julio, se convirtieron en imágenes en los ojos de aquella niña... que ya era una mujer, la prima Olga.
No hay cámara digital, por muchos "megapixeles" que tenga, que pueda grabar la emoción ni el sentimiento. Pero viendo estas fotos algunos conocerán parte de su propia historia. Otros recordarán otros paisajes de su infancia. Y tal vez alguna niña, tal vez la más pequeña, volverá a dejar los deberes a medio hacer escuchando a sus padres.
Enlace al reportaje de Olga Romero
Nota: Lo he editado como página web con sus fotos enlazadas para que podáis copiar las fotos que os gusten (nota adicional para torpes: botón derecho del ratón y "guardar imagen")
viernes, 5 de diciembre de 2008
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