martes, 22 de septiembre de 2009

En ca pepe


Hace algunos meses mi hermano José Antonio (Pepe, tío Pepe o Zarco, según para quien) pasó por la dura experiencia de varias intervenciones quirúrgicas que sólo una fortaleza física y moral como la suya podía superar, siempre acompañado y reconfortado por sus familiares más próximos y aleccionado por la entereza de Manoli, su mujer.
Pasado ya el amargo trago, se recupera felizmente en su casa de Mairena del Alcor, lugar de encuentro de sus hijos y nietos.
El jueves 17 de septiembre tuve ocasión de visitarlo en compañía de mi hija Irene, mi hermana Llille, su marido Luis y su hijo Carlos.
Después de un tránsito por numerosas rotondas y variantes llegamos sin titubeos a su casa --al parecer hemos sido los primeros que no se pierden el primer día--, una hermosa finquita rotulada con un nombre muy adecuado para las recientes vicisitudes de sus moradores: “La Yedra”:

Porche de "La Yedra" (Mairena del Alcor)
La hiedra (o yedra) es bejuco tenaz y siempre verde, que se agarra a la piedra como ha de aferrarse uno a la vida: con fiereza, casi con rabia... rebrotando con insistencia entre los escombros de nuestras adversidades, elevando hacia la luz su intenso color de esperanza.
Nos recibió calurosamente un tío Pepe más tieso que un ajo, algo más delgado que antes pero fuerte y con buen color --qué bien lo cuidas Manoli--. Después de una deliciosa “cena fría” --¡qué contraste con el calor de los anfitriones!--, brindis, besos y buenos deseos para todos, y de forma muy especial para Pepe, próximo a cumplir los 70 años.

Abajo os envío el enlace para ver algunas fotos.
Desde estas páginas virtuales, pero con auténtico cariño, le envío a mi hermano Pepe el abrazo fuerte de la yedra, y le deseo la tenaz vitalidad de la yedra, su eterna vocación de rebrotar y la esperanza de su verde profundo, proclamando:

Tío Pepe: homo a capite ad calcem

jueves, 10 de septiembre de 2009

Mi primera postal

Vélez-Málaga en los años 50

Hace algún tiempo apareció una vieja postal en blanco y negro entre los papeles del abuelo Manolo (mi padre, q.e.p.d.). Mi hermana Virginia me la entregó amablemente, pues era yo el destinatario. Se trataba de la primera postal que recibí a la tiernísima edad de 5 meses. Es lógico que no me acordara de ella. Sin embargo al verla tuve una especie de "flash" de memoria: sé que la ví siendo niño.
Transcribo el contenido del reverso añadiendo comentarios entre corchetes:
"Sr. Don
Carlos Romero Zarco
c/ José Solís 9
Valencina (Sevilla)"
[La dirección requiere explicación.-
Poco después de yo nacer, en abril del 54, el abuelo Manolo pasó voluntariamente a la reserva, perdiendo el derecho de seguir viviendo en la casa militar donde ví la luz por vez primera, en la calle Jesús del Gran Poder de Sevilla, y como la escasez de vivienda en aquellos años era aún peor que en la actualidad (hubo un gran aumento de población pero no se había construído casi nada en la postguerra), mi familia tuvo que irse a vivir a una casa en Valencina de la Concepción, donde la Señora Reyes (de quien guardo un vago pero entrañable recuerdo) nos acogió con más cariño que afán de lucro.
Mis hermanos mayores (éramos "sólo" 9 entonces), tienen abundantes y jugosos recuerdos de aquella época (recuerdos que espero me manden algún día para que pasen a la memoria colectiva familiar), pero yo sólo tengo dos: un hombre montado en un borrico entrando por el corral, y la inquietante imagen de un enorme cerdo devorando desperdicios en su cochinera. No sé qué edad tenía, pero no podía ser más de dos años, pues creo que en el 56 nos fuimos a vivir al Tardón.]

"Málaga 2-X-54
Querido Carlitos:
Hoy he estado en Vélez-Málaga y he vendido dos aparatos [por entonces era representante de aparatos de radio de esas de válvulas, que pesaban más de 5 kilos y tenía que cargar de pueblo en pueblo en autobús o en tren]. Mañana domingo 3 D.m. [Dios mediante] iré a Loja si puedo y el 5 a Antequera. Estoy aligerando a ver si te veo pronto. Depende de las combinaciones que tenga. He justificado ya [se refería a que había realizado ya el trabajo suficiente]. Besos a tus hermanitos y Mamá con un abrazo y mil besos de tu papá.
P.D. Que os convide Mamá a mi cuenta.
Manolo"

Espero que alguno de mis sobrinos o sobrinos nietos suba algún día por el camino del Castillo de Vélez-Málaga y haga una foto similar a la de la postal. Se la dedicaremos desde aquí a los más tiernos retoños del árbol familiar. Tal vez alguno, ya mayor, la recupere de algún viejo dispositivo de almacenamiento digital olvidado en un cajón y la Historia dé otra vuelta a su eterna rueda de recuerdos entrañables.

Y con esta misma postal, renovada gracias a la informática, yo hoy también os envío "un abrazo y mil besos".

"Eheu! fugaces labantur anni"