Paseando junto al Darro por Granada el domingo día 8 llegué, por el Paseo de los Tristes, hasta la Casa de las Chirimías, un mirador del s. XVII desde donde las autoridades granadinas presidían los festejos y tocaban los músicos las chirimías (de ahí su nombre).
Justo detrás, en la otra orilla del Darro, al pié de la Alhambra se encuentra la finca llamada "Carmen de las Chirimías", donde vivieron mis padres y hermanos mayores en los años 40 (Pedro nació en Granada en 1946).
Recuerdo la historia que nos contaba mamá de su estancia en Granada. Era algo así:
"Cuando vi el Darro por primera vez me llevé una gran decepción. Apenas un hilillo de agua al fonde del barranco... Con la fama que tenía. Pero una mañana me despertó un ruido terrible. Me asomé asustada y vi que era el río, que llenaba todo el barranco y arrastraba con su enorme caudal piedras, árboles y todo tipo de cosas que encontraba a su paso. Nunca me hubiera imaginado que de un día para otro, con el deshielo de Sierra Nevada, pudiera llevar tanta agua".
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| Lo que queda del Carmen de las Chirimías: el llamado "Hotel Reuma", al pie de la Torre de Comares |
Intrigado por encontrar aquella casa crucé el puente de las Chirimías y vi que la finca la ha comprado la Junta de Andalucía para recuperar su antiguo esplendor. Según el Ideal en su edición electrónica:
"Se contempla recuperar parte del viejo carmen de las Chirimías y su estilo original, similar al del Granadillo. Por tanto, desaparecerá la imagen que luce el antiguo Hotel Bosque de la Alhambra desde hace más de 90 años"
Está claro que el nombre popular del Hotel se debe a la humedad tan tremenda que debían tener las habitaciones.
Al rato fuimos a una tetería del Albaicín (barrio que está en la otra acera del paseo) y allí tuve la intuición de preguntarle a la encargada, que me contestó: "¿El Carmen de las Chirimías dice usted? pero si yo nací allí y fui la última persona en abandonarlo. Mi familia, los Estévez, vivimos allí de siempre. Yo nací en el 52, así que mis hermanos mayores debieron conocer a los suyos. Vivíamos en lo que es hoy el Hotel Reuma, que fue hospital durante la guerra, pero al lado, en la misma plazuela, había otras casas que se derrumbaron hace tiempo. Una pena".
Agradecí mucho su información y, en justo pago, dejo aquí la dirección del local por si alguno de mis hermanos y sobrinos se anima a tomarse un té en una casa nazarí y respirar el embrujo de la zona más típica de Granada:
Tetería El Bañuelo, Placeta de la Concepción, Albaizín Bajo.
Merece la pena.
Felix qui potuit rerum cognoscere causas
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