Querida familia:
Hace ahora cien años, cinco meses y cuatro días, concretamente el 9 de febrero de 1924, mi abuelo José Zarco Moreno, padre de Matilde Zarco, envió una tarjeta postal desde El Puerto de Santa María donde vivía, a un primo suyo, un tal Francisco García Parra, domiciliado en calle García Sarmiento, en Ubrique, ciudad de donde mi abuelo era natural. Se trataba sin duda de un primo político, pues no coincidía con él en ninguno de sus dos apellidos. El tal Francisco era una persona muy conocida en su pueblo, pues era una especie de cronista oficioso que había proporcionado material abundante para que su amigo, Fray Sebastián de Ubrique (religioso capuchino), escribiera su "Historia de la Villa de Ubrique", publicadas en 1945 (datos tomados de un blog sobre Ubrique).
En el texto agradecía un "regalito" y se excusaba de la tardanza alegando que había querido esperar a que estuviera lista "la fotografía del niño". ¿Qué niño era ese? Pues su tercer hijo, Manuel, el hermano pequeño de mi madre que sin duda era el destinatario de tal regalito.
"Querido primo Francisco
Recibí tu carta y también el regalito para Manuel; lo cual te agradecemos muchísimo; no te he contestado antes esperando la fotografía del niño, pués [sic] aunque la boquita no está muy bien pero el conjunto está gracioso. Encarecidos recuerdos pª la familia y tu los recibes de todos de casa y muchos besitos de Manolito; y sabes te aprecia este tu primo José Zarco Moreno" [con rúbrica sencilla].
Y en efecto, el tal Manuel es el motivo del anverso de la postal, una fotografía coloreada a mano de un niño de 3-4 años. Por entonces, era costumbre enviar a familiares y amigos fotos "tamaño postal" (que así se siguen llamando) con motivo de felicitaciones, agradecimientos, etc. Igual que ahora enviamos un wasap con la foto de un nieto, pero tardando bastante más.
Firma la obra un tal Félix Pistoni, de quien nada he podido averiguar.
Que ¿cómo hemos conseguido este precioso tesoro?
Pues en una búsqueda en Internet mi hija Irene vio casualmente que en la web de Todocolección estaba a la venta una postal firmada por alguien de El Puerto que se llamaba como su bisabuelo: blanco y en botella.
Así que tras la difusión del objeto en el grupo de "los Romero" mi sobrino Guillermo, que entre otras muchas virtudes es adalid de cuestiones históricas, promovió una "derrama" vía Bizum para la adquisición de esa prenda, que valoraba su poseedor en 70 €.
Me puse enseguida en contacto con el vendedor, que resultó ser un vecino del barrio de Bami y aceptó una rebajita, cerrando el precio en 50 €.
Lunes 8 de julio, 10 de la mañana, plaza Rafael Salgado esquina Caja Rural. Un "romero" con sombrero de tela color garbanzo (señal convenida previamente) sale al encuentro de un señor de mediana edad que allí esperaba.
–El comprador de la postal, supongo– Dice el tratante de antigüedades.
–El mismo –Le respondo. Y acto seguido, intercambiamos billete por postal y entablamos una breve charla. Me informa que dedica sus ratos libres a buscar en mercadillos de toda la provincia de Sevilla fotos y postales con texto y firma, pues, más allá del valor puramente pictórico, se interesa por la genealogía y sabe que esos datos son muy valiosos para los posibles familiares.
Agradecemos a Irene su feliz hallazgo y a los "apoquinantes" su rápida respuesta para que este entrañable recuerdo, ese Manolito Zarco que mira a la cámara con recelo, ese niño tan listo y goloso de quien nos hablaba mi padre y a quien tanto quisimos por su bondad, regrese por fin a la familia cien años más tarde.
De parvis grandis acervus erit.
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