Queridos sobrinos y sobrinos-nietos.
Para muchos de vosotros mi primo "Moncete" es totalmente desconocido. Lógico, pues se trata de uno de mis primos que más ha "rodao" por el mundo buscándose las habichuelas.
Para mí y mis hermanos se trata de un personaje entrañable de nuestra infancia, pues vivía en el Puerto de Santa María, cerca de la abuela Virginia (bisabuela o tatarabuela para vosotros) y compartimos con él días de infantiles vacaciones, con mañanas de playa y tardes de paseos y de encierros taurinos con la abuela (sobre todo los mayores).
Ramón Zarco Lores, que así se llama el personaje, nació en el Puerto de Santa María el 15 de Octubre de 1947, hijo de Ramón Zarco Hernández, el hermano de la abuela Matilde, y Mary Carmen Lores Pérez.
Su madre murió con 33 años, dejando 3 huérfanos: Ramón, con 11 años, su hermana Mary Carmen, con 13 y el pequeño José Antonio ("Pepito, el del Puerto") con unos 4 añitos.
Su infancia y adolescencia no fueron precisamente un camino de rosas, pero hicieron de él un hombre animoso, cariñoso y muy trabajador. Preguntad a vuestros padres y completarán los aspectos menos agradables de esta historia que no tienen cabida aquí.
Y así fue como, movido por su inquietud y por el hambre, Ramón se lanzó al mundo para buscar trabajo. Fue mecánico de piano en el taller de su tío Manolo en Sevilla, tubero en una refinería de Johanesburgo, en Sudáfrica, varias cosas más en Francia y acabó de jefe de cocina en un Hotel del condado de Essex, Inglaterra.
Tiene un hijo guapísimo: Tony Zarco, nacido en Inglaterra el 4 de Agosto de 1985, fruto de su matrimonio con Jacqueline Fuller, de quien más tarde se divorció.
En 1997 conoció a Teresa Linda Grindy, nacida en Londres en 1955, y con ella comparte su vida desde entonces. Ambos viven desde hace algunos años en Trigueros, en la Campiña de Huelva, donde han comprado una casita con su huerta.
Mientras esperan que se arreglen los papeles de sus pensiones, ambos trabajan en la huerta de 7 a 12 de la mañana, con ayuda de un hortelano del lugar, y venden sus magníficos tomates y otras verduras a minoristas y mayoristas de la zona. Eso los mantiene morenos y en plena forma, que da gloria verlos. Ella aún no entiende bien el andaluz cerrado y brusco de la región, y Ramón, como es tan nervioso y habla tan rápido, tiene a veces que explicarse en su inglés tan gracioso, con acento de El Puerto, como los llanitos de Gibraltar.
Hace unos días los visité por sorpresa y tuve el placer de gozar de su hospitalidad. Teresa nos recibió encantada y nos condujo hasta su casa. El primo Moncete (ya nadie lo llama así, salvo nosotros) bajó sucio y sudoroso de una vieja furgoneta polvorienta y su cara se iluminó al verme, con una de esas sonrisas auténticas que te llenan de alegría. ¡Cuántos recuerdos, cuánta vida, cuánto amor había debajo de esa ropa sucia del campo y de ese sudor tan honorable! Gracias Ramón: todos sabemos que quisiste a mi madre tanto o más que a la tuya. Tal vez fue la emoción, o tonterías de un sentimental, pero... ese abrazo me trajo el aroma de El Puerto, la alegría de los Zarco y el cariño de mi madre.
Para compartir mi alegría he puesto algunas fotos, amablemente enviadas por Teresa, en un álbum. Podéis verlo en el enlace siguiente:
Álbum de Ramón y Teresa
Espero que estéis disfrutando adecuadamente del verano.
¡Un abrazo colectivo!
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2 comentarios:
¡Abrazos veraniegos a todos los primos (es decir, sin achucharse mucho, que hace calor) !
Qué bonita historia papá. Pregúntale si vende los productos de su huerta a minoristas de Sevilla capital y si los transporta a él, que le voy a decir a Birgit que compremos sus productos para Das Brot.
Uno de los más dulces y profundos recuerdos que guardo en mi memoria, era cuando de pequeño visitábamos al tio Ramón en El Puerto de Santa Maria, y él nos tocaba el piano...., creo que fué la primera vez que vi uno, y me quedaba enbobado mirándolo y ecuchándolo mientras el tio Ramón lo tocaba.....; bueno..., cambiando de tema...., tan solo he visto una vez (al menos que yo me acuerde), a Moncete y Teresa, y puedo decir que he tenido la gran suerte de llegar a conocerlos, aunque fueran solo unas horas...; fué en la feria de Sevilla del año 2005 si mal no recuerdo, mi padre ese día estaba muy feliz, pues hacian muchos años que no se veian, y yo he de reconocer que me sorprendieron muy gratamente, pues sin haberlos conocido antes, pude sentir como si lo conociera de toda la vida....; desde entonces no hay una feria de Sevilla que no me acuerde de ellos, pues me calaron bastante, la verdad...., en fin, las circunstancias han hecho que no nos hayamos vuelto a ver, pero seguro que cualquier día de estos nos veremos sin duda, gracias tito por darme noticias de ellos y un abrazo muy fuerte para Moncete y Teresa
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