Querido Tio Carlos:
Quisiera que publicases estas fotos que te mando en la que sale una persona muy especial que se nos ha ido... y que desgraciadamente con su marcha ha hecho que un trozo de nuestro corazón se vaya con ella, pues en honor a la verdad y por lo que a mí me toca, siento que es justo decir que con su partida, más bien, lo que se me ha ido... ha sido una madre...sí.... pues aunque yo conservo gracias a Dios todavía a la mía, la que me parió (y que sea por muchos años) uno puede tener más madres: madrecitas que en momentos de la vida le van marcando a uno por sus buenos recuerdos e influyendo positivamente en la forja del alma de cada persona que tiene la gran suerte de ponerse en su camino.
Yo fuí una de esas personas deslumbradas por la luz de su alma, alma que ahora regresa junto a Dios, y que ojalá algún día, sea cuando sea, vuelva a ser deslumbrado por ella y vuelva a contemplar esos guiños de ojos que sólo ella era capaz de hacer.
Querida madrecita Ani, gracias de todo corazón por haber contribuido en una buena parte a ser lo que soy, y gracias por participar en el mayor regalo que se le puede hacer a este eterno niño: llenarlo de buenos valores y de buenos recuerdos.
Te quiero tita, mucho más de lo que yo pensaba o recordaba. Algún día te volveré a ver. Lo sé.
Mando un gran abrazo a mi "padrecito" Manolo y a todos sus hijos, y en especial a David y Mamen, que además son mis hermanos.
Gracias tito Carlos por tu inmensa labor, pues con ella has conseguido lo que tu madre habia hecho siempre: mantener unida a esta familia.
Guillermo Romero Lora
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