domingo, 23 de julio de 2023

Historia de una gacela

    Es posible que los miembros más jóvenes de nuestra familia desconozcan nuestra relación con el antiguo Sáhara Occidental. Sí sabréis por los medios de comunicación, que se trata del único "territorio no autónomo" que queda actualmente en el Mundo pendiente de descolonización.
    Pues bien, dos miembros de nuestra familia, mis hermanos Julio y Pepe, sirvieron parte de su vida militar en dicho territorio, afrontando situaciones de tensión bélica o de verdadera guerra no declarada. Pero las "batallitas" de estos curtidos militares no los voy a contar hoy, entre otras cosas porque yo era pequeño entonces y poco o nada sé de esos lances castrenses. Espero de ellos que nos ilustren algún día al respecto.
    Hoy prefiero transcribir aquí un emotivo relato de Julio, contado por wasap a mi hermana Virginia. Estas son sus palabras, grabadas el 16 de marzo de 2023:

Historia de una gacela


¡Hola! Queridos nietos, queridísimos niños:


Os voy a contar una cosa que me ha ocurrido ayer.

Recibo una caja, un paquete, grande, a nombre de Julio Romero Zarco. Miro el remite y viene desde El Aaiún, desde el Sáhara. Bueno ¿qué será? ¿Qué será, Dios mío? Veo el nombre del remitente y no me acordaba de quién era. Pero abro la caja y veo un sobre dentro que pone:


“Querido amigo y compañero:

Hace muchos años que estuvimos juntos en el Sáhara. Yo fui médico del Hospital Civil de El Aaiún y cuando España lo entregó a Marruecos yo me quedé como director de ese hospital. Me casé con una marroquí y seguí viviendo aquí, en El Aaiún durante muchos años.

Pero ahora, ya que me he retirado, me he enterado que el hospital lo van a tirar para hacer un hospital nuevo más moderno. Entonces me acordé que tú nos regalaste la cabecita de una gacela, y pone aquí, en la placa ’Donado por Julio Romero Zarco’.

Yo he cogido este trofeo, lo he metido en una caja y te lo voy a enviar porque fue un gran recuerdo tuyo y de todos nosotros. Cuídalo y tú verás qué es lo que haces con él”.


Yo, todo nervioso, desembalo la caja y veo un bulto muy bien liado, con un papel de burbujas. Lo voy desembalando y… ¡Sorpresa, Dios mío! Es la cabecita del cuento que os conté de la gacela. Pero bueno ¡está perfecta! Así que me he hecho una foto con ella y he donado este trofeo al Museo de Ciencias Naturales de Madrid, donde hay muchos, muchos animales; donde van los niños de los colegios para ver cómo son los leones, cómo son los tigres, cómo son los ciervos y cómo es una gacela del Sáhara. Y allí la he entregado para que la cuelguen y se la enseñen a los escolares.


Me ha dado muchísima alegría volver a verla. Y ahora os mando una foto y vais a ver qué preciosidad es.

¡Un besito!

Julio con la cabeza disecada de una gacela dorca

Nota de Tío Carlos.-La gacela dorca, cuyo nombre científico es Gazella dorcas (Linneo, 1758), es una especie perfectamente adaptada al desierto que antaño era muy abundante por todo el norte de África. Durante el siglo XX sus poblaciones han sufrido una drástica reducción hasta desaparecer en muchos países, por lo que ha sido catalogada como especie vulnerable (VU) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Según el Convenio CITES, actualmente no se puede tener una pieza como esa sin la preceptiva licencia oficial, por lo que la acción del tío Julio ha sido muy acertada.

    Gracias a mi hermana Virginia por enviarme el audio original y la foto.

Enlace al audio original


Continuará...

Omnia mutantur, nihil interit




1 comentario:

Tío Carlos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.