Querida familia:
Seguimos con la serie de relatos de Virginia y en esta ocasión tenemos sesión doble. Dos narraciones cortas sobre su infancia en las que explica a sus nietos cómo jugaba en los sitios donde vivió.
Virginia en Valencina
Querido Diego:
Yo tendría más o menos tu edad [1] cuando llegué a Valencina, un pueblecito de Sevilla. Me encantó, porque tenía cerditos, y gallinas.
Vista parcial de Valencina de la Concepción (Sevilla)
Yo, cuando ellos salían a pastar me metía en su casita a jugar y lo pasaba estupendamente.
Teníamos que hacer pipí en el corral y las gallinas nos picaban en el culo y salíamos corriendo, mis hermanos y yo.
Virginia en El Tardón
Querido Ariel:
Cuando vivíamos en El Tardón [2], éramos 9 hermanos. Allí nacieron las titas Llille y Loly.
Vista de El Tardón: principio de la calle López de Gómara, donde vivíamos [3]
Cuando celebrábamos algo hacíamos guerrillas, nos cubríamos con las sillas y nos lanzábamos zapatos unos a otros, hasta que a mí una vez me hincharon el labio y mi madre ya prohibió esas guerrillas.
Teníamos que jugar a las camitas, a las cartas… Cosas tranquilas.
Locus amoenus
Notas:
[1] Entre dos y tres años, creo.
[2] Eso fue a partir de 1956.
[3] La flecha roja señala el balcón de nuestro piso, en el nº 2, 3º D. Es una imagen reciente. Al principio, la zona arbolada junto a los bloques era mucho más ancha y tenía dos filas de árboles y espacio para aparcar en zona de albero que se encharcaba con frecuencia.
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