sábado, 12 de agosto de 2023

Virginia cuenta la juventud de nuestros padres

Queridos familiares:

    Hoy os traigo una nueva sesión doble de relatos de Virginia. En esta ocasión, nos habla de la primera juventud de nuestros padres en dos episodios que se complementan.

Virginia cuenta la adolescencia de nuestra madre

Querida Sofía:

    Mis padres se conocieron en la Escuela Normal de Cádiz [1]. Estudiaban magisterio. Matilde tenía 15 años y empezaba. Manuel 18 y estaba ya en tercero. 

Edificio de la calle Columela nº 34, primera sede de la Escuela Normal de Cádiz en 1931.

    Él era de Cádiz y ella de El Puerto de Santa María. Su madre pianista, su padre comerciante de una tienda de tejidos.

    Se educó en un colegio, interna, en Alcalá de Guadaira (Sevilla) [2]. Tenía muy buenos recuerdos. Bueno, alguno amargo, porque se tuvo que bordar ella toda su ropa, y como no sabía le salía mal y le hacían que lo volviera a empezar. Así una y otra vez hasta que por fin le salió bien. 

Aspecto actual del Convento de Santa Clara de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), reconstruido en los años 40. 

    Después de eso, la pusieron de alumna ejemplar para enseñar a las demás. Ponía unos colores preciosos y combinaba muy bien los hilos.

    De allí salió con 14 años, porque le dijo a su madre que quería ser monja y la madre no lo consintió y la sacó volando [3].

Virginia habla sobre la juventud de nuestros padres

Querida Sofía:

    Manuel y Matilde —mis padres— estuvieron 5 años de noviazgo. Antiguamente, eso era muy frecuente: pasar un noviazgo más o menos largo antes de irse a vivir juntos.

    Fueron unos años muy bonitos. Hacían fiestas estudiantiles con la tuna, en la que participaba Manuel tocando la mandolina [4]. Iban a la casa de la madrina, que era en aquel momento Matilde, donde dejaban la bandera. En casa de la madrina tenían que preparar comida para los tunos, que siempre iban con hambre. 

Mandolina. Foto: De Henrik Sendelbach, CC BY-SA 3, Wikipedia.

    Manuel también participaba en carreras de bicicleta, en partidos de fútbol., etc. Y hacían protestas para que en Cádiz quitaran las aguas residuales, que pasaban por en medio de la ciudad, y pusieran alcantarillado.

    Fueron unos años muy bonitos, con buenos amigos.

Primer audio
Segundo audio

Litterarum radices amaras, fructus dulces

Notas:

[1] En Cádiz el 30 de octubre de 1931 se constituye el centro unificado con la nueva denominación de “Escuela Normal del Magisterio Primario de Cádiz” y cuya localización provisional se asignaba en el lugar ocupado por la Escuela de Maestras en la calle Columela nº 34. Fuente: página web de la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Cádiz.

[2] Quema de conventos de 1931 en España (artículo de la Wikipedia).-“Día 12 de mayo de 1931: en Alcalá de Guadaíra un grupo de asaltantes expulsa a las Franciscanas del convento de Santa Clara”. Según contaba mi madre, a ellas las sacaron a la carrera del colegio y vio, con mucho dolor, cómo ardía el convento. Sus queridas monjas tuvieron que refugiarse en casas particulares y en el convento de las Clarisas de Sevilla, donde se había declarado el estado de guerra. Tenía 14 años y cumpliría los 15 el 28 de julio, ya en su casa de El Puerto. En realidad no eran “franciscanas”, sino monjas de la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara, fundada por S. Francisco de Asís, al igual que la Orden Franciscana. El convento fue totalmente destruido, pero se reconstruyó posteriormente y hoy día siguen allí las llamadas “clarisas”, cuyos dulces gozan de gran fama.
https://hechoconfe.com/conventos/convento-madres-clarisas/

[3] Seguramente el principal motivo no fue ese, sino la destrucción del convento.

[4] La mandolina es un instrumento de cuerda pulsada parecido a la bandurria pero de menor tamaño. Tiene cuerdas dobles y es difícil de tocar. 
Vivaldi: concierto en C Mayor para mandolina (Youtube)

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